El pasado martes 14 de abril de 2020, sin acatar la
medida de aislamiento preventivo obligatorio con motivo del Coronavirus COVID 19, en la urbanización
Bosque de Rio Frio del municipio de Chía, donde años antes sus casas y calles
estuvieron inundadas, un grupo de vecinos instigados salieron de su comodidad
para incendiar los pocos alimentos y el refugio improvisado con tablas y
cartones de Rafael, un habitante de la calle, quien no hacía daño a nadie.
Con llamados de alerta a la policía y los bomberos,
los residentes encubrieron la violación de los derechos fundamentales de este habitante de calle. Al terminar este hecho descorazonado, estos cómplices
volvieron a su casa para cumplir con la política de “Quédate en Casa”, habiendo
dejado a un habitante de calle sin techo.
Rafael desconocía lo que había sucedido, al llegar a
su albergue encontró sus pertenencias en cenizas, gritó ofendido por este hecho.
Nadie salió para brindarle protección y ayuda.
Ahora este hombre deambula, él lo único que estaba
esperando era una mano humana, un acto de solidaridad en tiempos de crisis.

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